Arm se ha estrenado este jueves en Bolsa con éxito. La compañía de microprocesadores ha subido un 24,69% en su primera sesión, lo que ha otorgado a la empresa una valoración de casi 68.000 millones de dólares (64.000 millones de euros). Softbank decidió fijar el precio de colocación en el punto más alto de la banda orientativa de precios, que iba de 47 a 51 dólares, pero ha cerrado la sesión a 63,59 dólares.
Las acciones han abierto a 56,10 dólares, lo que ya implicaba una revalorización del 10%, pero han continuado su carrera ascendente durante prácticamente todo el día. Directivos de Arm y responsables de la colocación han acudido a la Bolsa de Nueva York al estreno de la compañía en la mayor salida a Bolsa en Estados Unidos desde la del fabricante de coches eléctricos Rivian hace dos años.
Softbank, que controla el 100% de la empresa, coloca inicialmente 95,5 millones de títulos, el equivalente al 9,4% del capital. Esa cifra puede aumentar en otros 7 millones de títulos si se ejercita la opción de sobresuscripción prevista, en cuyo caso la colocación ascendería a casi el 10% del capital y Softbank ingresaría un total de 5.227 millones de dólares brutos por la operación, a los que descontar gastos y comisiones.
La valoración que ha dado el mercado a las acciones es más del doble que los 32.000 millones de dólares que pagó Softbank para hacerse con Arm en 2016. Las presiones de los reguladores frustraron la venta de la compañía a Nvidia, pactada en 2020 por 40.000 millones de dólares. Ahora le beneficia la fiebre inversora por los valores relacionados de una u otra manera con la inteligencia artificial y logra una valoración muy superior, aunque en el mercado solo flota un 10% del capital.
Advanced Micro Devices (AMD), Apple, Cadence Design Systems, Google, Intel, MediaTek, Nvidia, Samsung, Synopsys y TSMC Partner manifestaron su interés en adquirir hasta 735 millones de dólares en acciones en la operación, según indicó Arm en el folleto, pero no ha habido confirmación posterior de las cantidades invertidas por cada empresa. Todas ellas son socios o clientes de Arm.
Gracias al poco consumo de energía y la potencia de los chips que diseña, sus microprocesadores son perfectos para los teléfonos móviles inteligentes, donde su posición es de casi monopolio. La compañía calcula que “aproximadamente el 70% de la población mundial emplea productos basados en Arm”, según el folleto de la operación. La empresa está apostando por otros segmentos como la computación en la nube y el coche autónomo para no ser tan dependiente de los teléfonos, un mercado que no pasa por su mejor momento.
La salida a Bolsa de Arm es una prueba del apetito de los inversores ante ofertas públicas de venta (OPV) de acciones en nuevas salidas al mercado tras un periodo de relativa sequía. Entre las compañías que se preparan para salir al parqué están también la aplicación de compras de supermercado a domicilio Instacart (cuya valoración ha caído drásticamente desde las últimas rondas de financiación), el grupo de software Klaviyo y el fabricante alemán de sandalias Birkenstock, de moda tras la aparición en la película Barbie.
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