Elisa Aguilar ha sido elegida este lunes como nueva presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB) tras recibir 77 votos a favor y dos en blanco (97,5% de apoyo) en la asamblea federativa celebrada en Madrid. Sucede así en el cargo a Jorge Garbajosa, que renunció a completar su mandato para dirigir FIBA Europa a partir del pasado mayo. Aguilar (Madrid, 46 años) accede a la presidencia después de ser directora de competiciones de la Federación durante los últimos años y una de las personas de mayor confianza de Garbajosa. Y se convierte en la primera mujer al frente de la Federación de Baloncesto en los 100 años de vida de la institución (esta temporada festeja el centenario) y en la segunda al mando de una de las 34 federaciones olímpicas de España, junto a Asunción Loriente, que dirige la de remo desde 2018. Solo otra mujer, Isabel García Sanz, es presidenta de una federación española: salvamento y socorrismo. La FEB deberá convocar unas nuevas elecciones en 2024, coincidiendo con el siguiente ciclo olímpico.
“Nunca me he quitado del todo la camiseta de jugadora. Hoy soy la primera mujer al frente de la Federación de Baloncesto y eso es un hito histórico que marca el paso de la sociedad española. Es un mensaje para todas las niñas, que no hay límites en su camino. Yo lo daré todo para responder a ese desafío”, ha comentado Aguilar en su mensaje de presentación. “Mi presidencia será la de las personas, desde los niños que empiezan a jugar en sus colegios hasta los que nos representan en las grandes competiciones. Todos somos necesarios y todos tendremos voz. Quiero que el sistema sea lo menos presidencialista posible, creo en la pluralidad de opiniones. En baloncesto, el juego en equipo no es solo clave para vencer en la pista, sino para hacer crecer el baloncesto con ambición, sin poner límites”, ha añadido la nueva directiva. Aguilar ha puesto el foco en el desarrollo del baloncesto femenino y en la igualdad de condiciones respecto al ámbito masculino: “El baloncesto femenino no es una moda. El proceso de profesionalización es imparable. En las selecciones, las jugadoras tendrán idénticas condiciones en cuanto a primas, estructuras federativas y cuerpo técnico. Todo lo que les rodea será exactamente igual que para los hombres. Nuestra camiseta es la misma. Acabaremos con cualquier atisbo de discriminación, para ser un ejemplo para el deporte y la sociedad española”. Aguilar pondrá en marcha una división autónoma dentro de la FEB para impulsar la regulación de los derechos de las jugadoras y la firma de un convenio colectivo. “Seremos un motor para un acuerdo que necesita un nuevo impulso. Daremos al deporte femenino el lugar que se merece”, ha expresado Aguilar, que ha unido a su discurso la petición de ayudas económicas y el compromiso de las instituciones públicas para el desarrollo del baloncesto femenino.
Aguilar, que era la única candidata, asume la presidencia de una Federación que en los últimos años ha coleccionado una gran cantidad de éxitos en las selecciones nacionales, tanto en la categoría absoluta como en las etapas de formación. La selección masculina conquistó el Eurobasket en 2022 y fue número uno del ránking mundial por delante de Estados Unidos por primera vez en la historia; ahora ocupa la segunda posición después de caer en la segunda fase de grupos en el pasado Mundial, otra etapa en el camino de relevo generacional que afronta el grupo. La selección femenina fue medalla de plata en el último Eurobasket, y las categorías inferiores enlazan un verano tras oro subidas al podio de las grandes competiciones internacionales.
En el ámbito económico, la Federación cuenta con un presupuesto de 27 millones de euros, el más alto de su historia en un curso en el que no es sede de un gran torneo absoluto, como sucedió por ejemplo con el Mundial de 2014, y el mayor en el ámbito federativo español después del fútbol. El curso pasado, la FEB registró 17,6 millones de ingresos propios, y unos seis millones de subvenciones públicas (Consejo Superior de Deportes, CSD). La Federación España de Baloncesto es la segunda por número de licencias en España, con 377.108, tras el fútbol, con 1.137.651, y la primera en cantidad de licencias femeninas: 130.644, según datos de 2022. Aguilar ha marcado el objetivo de llegar al medio millón de federados en 2030. “Mi objetivo es conseguir más baloncestistas. Los jugadores y jugadoras son lo más importante, el centro de nuestra gestión. La pista mandará sobre cualquier otro criterio”, ha asegurado Aguilar, antes de anunciar el llamado Club España, del que formarán parte todos los internacionales de la selección y que servirá para “generar el sentimiento de pertenencia, de valores”. También impulsará un carnet de socio de la selección española.
La nueva presidenta acudirá a su primer acto oficial el próximo jueves, la celebración del sorteo del preolímpico femenino en Sopron (Hungría), donde se conocerán la sede y los rivales de España. En el horizonte deportivo aparece el reto de las selecciones femenina y masculina de clasificarse para los Juegos de París 2024 (Valencia aspira a ser sede del clasificatorio de hombres del 2 al 7 de julio). Y sobre la mesa, la renovación del contrato de Sergio Scariolo como seleccionador hasta el siguiente ciclo olímpico. El preparador italiano ya ha recibido la oferta para continuar hasta 2028 y ha mostrado su deseo de seguir al frente de un equipo con el que desde 2015 ha conseguido ocho medallas, entre ellas los cuatro oros europeos que ha conquistado el equipo masculino. “Esta será su casa tanto tiempo como él quiera”, ha afirmado la nueva presidenta sobre Scariolo. También ha anunciado la concedido la insignia de oro a Jorge Garbajosa, a quien releva en el cargo.
Elisa Aguilar fue 222 veces internacional con la selección absoluta femenina, la sexta jugadora con más partidos con España tras Laia Palau, Amaya Valdemoro, Marina Ferragut, Betty Cebrián y Luci Pascua. En ese trayecto celebró seis medallas, con la cima del oro en el Eurobasket de 2013. En su palmarés con los clubes figuran cinco Ligas, seis Copas y la inclusión en el All Star de la Euroliga de 2006, tras jugar en Canoe, Salamanca, Canarias, Ros Casares y Rivas, además de los Utah Starzz de la WNBA y un último año en el Spartak de Moscú antes de retirarse en 2013.
“La chica que en agosto de 1990 se puso una camiseta de baloncesto es hoy la presidenta de la Federación. Soy una mujer serena y agradecida por cómo ha transformado mi vida un deporte que no he abandonado”, ha cerrado su presentación Elisa Aguilar; “aquella jugadora era idealista, quería cambiar el mundo. Todavía hoy creo que desde el baloncesto se puede hacer un mundo mejor”.
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